sábado, 29 de abril de 2023

ANTONIO GALLEGO PECES-BARBA, UN SONSECANO EN EL MAQUIS.

 

Antonio nació en Sonseca en 1889, era hijo de Manuel y de Elisa, al principio de la guerra residía en Madrid, calle Pacifico nº 29, segundo B, sabía leer y escribir, algo poco frecuente en la época, su oficio era tejedor-mecánico.   Desde la capital marchó a Valencia y posteriormente a Barcelona donde llegó en Noviembre de 1937, ingresando en el Cuerpo de Carabineros, prestando servicios de segunda línea hasta que cayó la ciudad. Terminada la guerra huyó a Francia donde se alistó en la organización militar de “Guerrilleros españoles” que funcionaba bajo la  llamada “Unión Nacional”, cuya misión era alzarse en armas contra el Jefe del Estado Español y su Gobierno, su motivo de alistarse era que estaba cansado de trabajar debido a su edad y  su única finalidad era volver a España.

Penetró en Octubre de 1944 por la frontera de Navarra con otros 200 hombres armados, su batallón sostuvo unas cuatro veces fuertes tiroteos con las tropas nacionales, en el primer tiroteo capturaron a dos prisioneros de la Policía Armada y otros dos heridos, pero como no tenían medios para tratar a estos últimos los devolvieron con un labriego a su posición. El creía que había unidad entre los españoles y que les iban a recibir con los brazos abiertos pero al darse cuenta del engaño su intención fue volver a Francia, pero cuando ya volvían decidió quedarse, tiró sus armas y se entregó al primer grupo de soldados que vio. Su detención tuvo lugar en las cercanías de la localidad de Aoiz (Navarra), iba con él su  hija Gregoria que era enfermera y  un hijo guerrillero. Cuando le interrogaron dijo que su entrada en España fue motivada principalmente por su hija, que había  mantenido relación con un soldado alemán con el que tuvo un hijo y la perseguían los franceses.

En el interrogatorio que le hicieron el 27 de Noviembre de 1944 consta que para esa fecha era viudo y también nos hacen su descripción física, tenía los ojos castaños, el cabello cano, la barba poblada y medía 1,45 por lo que cuando tuvo que prestar servicios al ejercito no lo hizo por corto de talla y por ser hijo de viuda, pertenecía al reemplazo de 1910.

Después de su detención Antonio pasó a la Prisión Provincial de Pamplona, donde tuvo que nombrar un defensor que tenía que ser un oficial de los de esta ciudad, él nombró al teniente de infantería Jesús Ardanaz Ciganda del Batallón de Cazadores de Montaña América.

El consejo de guerra se celebró en Pamplona el 29 de julio de 1945. En un principio el fiscal pide para él una pena 20 años de reclusión, pero la labor de la defensa hace que esta sea reducida a 12 años y un día. Esta pena la cumple en la Colonia Penitenciaria del Dueso en Santoña (Santander). Al llevar en prisión preventiva desde 1944, su libertad estaría fechada en 1956, aunque veremos que al final no fue así.

El 9 de Diciembre de 1949 el  Consejo de Ministros decreta, con motivo del Año Santo, un indulto, a lo que nuestro paisano intenta acogerse, ya que su pena es inferior a 20 años y además durante el tiempo que ha pasado en prisión ha tenido buena conducta.

La siguiente noticia que tenemos de él es que le conceden la libertad condicional  el 19 de Octubre de 1950 y fija su residencia en Vallecas, en la Calle Real de Madrid, 1.

En cuanto al indulto, se lo denegaron y el juez ordena que se le comunique. Al ir a comunicárselo a su casa encuentran a su hija política y dice que Antonio falleció el 2 de Enero de 1951. El acta de defunción dice que falleció a los 62 años, aunque no el motivo de su muerte.

sábado, 5 de noviembre de 2022

MÁXIMA LOPEZ PECES, UNA MAESTRA SONSECANA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. (Texto completo).

Este articulo fue publicado en el Programa de Fiestas de Sonseca en 2022, aunque por falta de espacio se quedó bastante incompleto. A continuación les muestro la versión sin restricciones. 


 A principios del siglo pasado, la mujer podía ejercer pocas profesiones, fuera del ámbito del hogar. Una de ellas era el Magisterio, excepto ser maestras pocos trabajos más podían hacer. Esta es la historia de una sonsecana que dedicó toda su vida a la docencia.

            Máxima era hija de Romualdo López García de Blas de profesión carnicero  y de Cándida Peces-Barba Rodríguez-Malo, nació en Sonseca el 18 de noviembre de 1891 en la calle de la Unión numero 1. A los pocos años se traslada junto con sus padres a Madrid. Tanto a ella como a sus hermanos procuran dar estudios y Máxima destaca por sus calificaciones, uno de ellos  Saturnino López tiene una calle dedicada en Sonseca y llegó a ser Magistrado del tribunal supremo.

            En 1909 entra en la Escuela Central Normal de Maestras, donde permanece 4 años sacando muy buenas notas en todas las asignaturas. Solo unos meses después de terminar sus estudios y por oposición empezó a trabajar en la escuela de niñas de Lominchar (Toledo) con un sueldo de 1000 pesetas al año. En una España rural y con un alto índice de analfabetismo, el maestro/a era el “intelectual del pueblo”, y a través de la docencia, la mujer empezó a erigirse como autoridad cultural. Un primer paso hacia la igualdad.   

            Haciendo un paréntesis en su historia voy a referir una curiosa iniciativa. En 1912 la reina María Victoria Eugenia tiene la idea de abrir una suscripción popular, para que entre todas las mujeres de España se regale la bandera de combate al más moderno buque con que contaba entonces la nación, el acorazado  España, Máxima contribuye en 25 céntimos.

            Justo al terminar sus estudios escribe un extenso artículo en la “Gaceta de instrucción pública” dedicado a la infanta Paz de Borbón y su obra “el Pedagogium español”. Se trataba de una institución donde se recogían niños de la calle para darles educación. Máxima dice textualmente: “Expresamos nuestra gratitud a la Infanta, con frases que quizá no expresan nuestros sentimientos, porque cuanto más grande es lo que se siente, mas dificultad encontramos para expresarlo debidamente”. Y entre otras cosas más dice:Además nos dais grandes alientos al presentarnos en el porvenir el resultado de la educación que con tantas dificultades inician los amigos del progreso; es un panorama risueño: «en cada barrio de las grandes ciudades, en cada pueblo y en cada aldea habrá una escuela, sabrán los niños que desde seis años es tan obligatorio asistir á diario á las clases como ir á Misa los Domingos”


Paralelamente a su docencia también se dedica a dar conferencias, como la que aconteció  el 21 de marzo de 1914 en el Centro Instructivo Obrero de Madrid del que era antigua alumna y el tema a tratar fue: la mujer en la sociedad actual – sus derechos y deberes en la educación – medios que ha de valerse para hacer sentir su influencia.

Estando en ese último destino sigue estudiando para sacarse el título de Maestra superior lo cual consigue en 1916. Sigue en Lominchar hasta 1918, donde solicita traslado a Malagón (Ciudad Real) que le es concedido, también en una escuela nacional de niñas en calidad de auxiliaria. Del ayuntamiento de este último pueblo, tenemos una carta en la que la Inspectora del ramo le felicita por la buena calidad de la enseñanza que ha encontrado en esa escuela, diciendo además que se haga constar en su hoja de servicios. En los tres años que estuvo en este destino consigue tres ascensos, lo que le lleva un importante aumento de sueldo, ganando 5000 pesetas anuales en 1922.

Continúa con sus conferencias, en este caso las desarrolla en Malagón, en su propia escuela, la persona responsable de la presentación dijo de ella: “que no sabía si tenía más corazón que inteligencia o más inteligencia que corazón”. Ella en su exposición acentuó la importancia de la cultura, base y nervio de la organización educadora y que se debe propagar la enseñanza para eliminar el analfabetismo. Decía la prensa de la época que; se extendió con luminosas citas y disquisiciones tan profundas, que hizo de su conferencia, un volumen ejemplar de sabiduría impregnada de cálido misticismo.


En 1922 y por traslado toma posesión de la escuela nacional de niñas número dos de Colmenar de Oreja (Madrid), donde está solo unos meses pasando ya a trabajar en Madrid capital durante el resto de su vida laboral.

Al tomar posesión de su escuela en Madrid como no tenía local estaba allí donde las necesidades de la enseñanza lo exigieran, siempre en propiedad provisional y a efectos para su carrera, como si desempeñara su cargo para la escuela de su propiedad, para la que había sido designada, que era la “escuela de niñas nº 52 grupo C” situada en la calle Fúcar, nº 11. En un escrito suyo refiriéndose a esta movilidad hasta que le dieron su escuela dice: “todos estos cambios, en que servía a las necesidades de la enseñanza, a más del cumplimiento de mi deber, de no pasar un día sin trabajar, constituía, a juicio de la sección administrativa que me nombraba, un merito en mi carrera, por ser yo maestra propietaria y no por culpa que mi escuela careciera de local”.

Continuamente hacía cursos, en 1926 realizó el primero y segundo de Gimnasia en el Instituto San Isidro y  en 1927 hizo el de  Perfeccionamiento de labores así como el de Enseñanza de costura y labores artísticas utilizando para ellos la conocida máquina de coser marca Singer.

En 1928 contribuye con 21,30 pesetas para los damnificados por el incendio del Teatro Novedades que causó más de 60 muertos.

Un año después se desplaza a Loma de Castrejón (Palencia) pues una de sus alumnas va a tomar los hábitos de monja y ella va a ser su madrina. Desde la prensa local agradecen profundamente la labor protectora que Máxima ha hecho con su paisana.

También se dedico a dar clase a adultos, en la escuela de la calle Garcilaso nº 5 durante el curso de 1930 hasta 1933 y posteriormente en su propia escuela de 1933 a 1936.

En septiembre de 1936 ya empezada la guerra, ella envía un escrito al ministro de instrucción pública solicitando seguir en su puesto de trabajo. Entre otras cosas argumenta que no pertenece a ningún partido político, que ayudará a la República a luchar contra el movimiento faccioso, de la siguiente manera“… contribuyendo a las suscripciones que se me han presentado y recogiendo y dando enseñanza a los niños de la escuela establecida en el mismo edificio, cuyo maestro ha sido movilizado.” Como prueba de su lealtad a la republica dice textualmente:”tengo el testimonio favorable y los informes escritos en el libro de visitas por los inspectores de esta escuela”.


Durante la contienda apenas salió de su casa. En un libro de Pedro Corral publicado este año 2022 titulado “Vecinos de sangre: Historias de héroes, villanos y victimas en el Madrid de la guerra civil” aparece el testimonio de la portera del edificio donde vivía Máxima y hablando de ella refiriéndose al piso donde vivía dice: “se oficiaba la Santa Misa de cuando en cuando y se administraba el sacramento de la Sta. Comunión con bastante frecuencia siempre muy temprano; cosa que nos parecía muy bien y veíamos con alegría, y si nada dijimos fue para no alarmarles al creerse descubiertos, porque era casa muy perseguida en casi todo el tiempo del dominio Rojo”

En abril de 1939 una vez acabada la guerra civil, el nuevo gobierno le presenta una declaración jurada con veinte cuestiones sobre los años que estuvo trabajando para la República. En una de ellas le preguntaban “¿cómo suscribió las hojas que el gobierno rojo le hizo llenar para continuar en su puesto de trabajo? y ¿cómo rellenó el apartado que exigía se consignase la ayuda prestada a la República contra el movimiento Nacional?”, a lo que ella responde; “con una evasiva, eludía la respuesta apelando el testimonio de los inspectores. Yo reunía en mi clase un número excesivo de alumnos para alejarlos del peligro de la calle. Nunca he faltado a clase, asistía como “El gaitero de Gijón”.”

Se le insiste en denunciar a cualquier izquierdista que conozca, a lo que ella responde “mis ocupaciones profesionales me recluyeron en la escuela y en mi casa de tal manera que particularmente desconozco el personal de mi departamento. El maestro que regenta la otra escuela del mismo edificio es hombre de orden y muy cristiano”.

 También necesitó el aval de alguien, que la apoyara para trabajar con el nuevo gobierno. Esta persona se llamaba Mariano Rodríguez de Vergara militante de Falange y padre de un Capitán de artillería caído en la guerra. Él también explica que Máxima sufrió amarguras sin cuento, en especial por la pérdida de personas de su familia sobre todo por la de su hermano, Alfonso López Peces, abogado y director de correspondencia del Banco Hispano Americano  que fue asesinado por pertenecer a F.E.T. y de la J.O.N.S.  A través de este avalista consigue seguir trabajando, aunque de todas formas fue “depurada” y siguió con su empleo aunque estuvo un año sin cobrar.  


Meses después le animaron a denunciar a una inspectora de enseñanza que tuvo durante el gobierno Republicano a lo que ella contestó  literalmente: “en lo que a mí se refiere no sufrí persecución por parte de dicha inspectora que sin duda conocía mis ideales religiosos, por lo demás ignoro, fuera del caso expuesto, la actuación que tuvo en otras situaciones”.

Durante la época posterior a la Guerra Civil siguió dando clase, pero debía de seguir unas normas estrictas en su forma de actuar, estas normas le llegaban por correo. En de julio de 1943, le reprendía la inspectora por no haber hecho al pie de la letra lo que le ordenaban. Y terminaba diciendo textualmente: “Lamento que haya dado esa nota de indisciplina y desobediencia  y espero no se repita”.

En junio de 1959 aun estaba en activo ya que existe una carta dirigida a ella como directora del colegio comunicándole que se iba a celebrar allí el examen de obtención de estudios primarios, tenía por entonces 67 años.

Cuando definitivamente se jubiló vino a Sonseca al actual nº 9 de la calle del Cid, allí se trajo su biblioteca, que era extensa, y todos sus documentos sin los cuales hubiera sido imposible escribir este artículo. Vivió sola hasta su fallecimiento en 1971.  Se conoce la anécdota que cuenta que una vecina preocupada por ella pasaba cada día por su ventana para escuchar el reloj, al tener que darle cuerda cada día, en el momento que dejara de oírse, significaba que algo grave había pasado

domingo, 6 de febrero de 2022

1424 , un sonsecano en la construcción de la torre del reloj de la Catedral de Toledo.

     Hubo un tiempo, entre 1424 y 1888 en que la Catedral tenía dos torres, aunque el tamaño de la principal fuese muy superior a la segunda. La siguiente foto está tomada antes de su desmantelamiento.


    Se llamaba torre del reloj y partía de la actual puerta del reloj de la Catedral. 

    En su construcción intervinieron diversos artesanos que trabajaban a pie de obra o en talleres por diversas partes de la ciudad. Todas estas personas que recibían un salario diario constan en los "libros de obra y fabrica" de la Catedral. Ahí es donde encontramos a nuestro sonsecano.
    Se llamaba Pedro Fernández y era herrero, la cuadrilla en la que trabajó entre 1424 y 1427 constaba de entre cinco y siete personas y se constituyó específicamente para la construcción del reloj de dicha torre. Nuestro paisano  siempre aparece citado el ultimo o entre los últimos de la cuadrilla,  su trabajo de accionar los fuelles es el menos cualificado y en ninguna nomina consta que participe en los trabajos de forja, ganaba 8 maravedís y el jefe de la cuadrilla 24. En la siguiente imagen aparecen los fuelles de una forja tal como los debía utilizar Pedro. 


Bibliografía:
- Técnica y fe: el reloj medieval de la Catedral de Toledo. Victor Pérez Álvarez
- https://toledoolvidado.blogspot.com/









viernes, 7 de enero de 2022

Inauguración de la imagen de Ntra. Sra. del Carmen anterior a la actual (26/07/1896)

    Durante la guerra civil se destruyeron todas la imágenes de la Iglesia y ermitas de Sonseca, la de la Virgen del Carmen entre ellas, poco sabemos de como era la anterior. Lo que si acabo de encontrar es un documento donde se detalla su inauguración en 1896 siendo cura Párroco Don Constantino Pérez Gómez, dice así:

INAUGURACION DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

   " En la villa de Sonseca, provincia y arzobispado de Toledo, el domingo veintiséis de julio del año mil ochocientos noventa y seis, tuvo lugar en esta Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista de mi cargo, la solemne inauguración de la preciosa imagen de Ntra. Sra. del Carmen, que los señores cónyuges y vecinos de esta villa D. Benito Ruiz y Gil y Dª  Blasa Anillo y Molero, maestra de primera enseñanza de la misma, jubilada, donaron a dicha Parroquia, interesados en llenar esta necesidad de la referida Iglesia, que carecía de una imagen de dicho título. La imagen en todo semejante a la que venera en su Iglesia la Comunidad de Reverendos Padres Carmelitas de Toledo, ha sido esculpida en la ciudad de Valencia y es obra del mismo escultor de aquella señor Don Damián Pastor. La inauguración , que no tuvo lugar el día de la festividad 16 de julio por ser laborable, se verificó el domingo 26 de Julio en misa solemne con ministros, en la que pronunció el panegírico del Carmen el cura que suscribe. Por la tarde , cantadas las vísperas, salió la Santa Imagen en solemne procesión por las calles de esta villa, recorriendo la carrera del Señor y acompañado la banda de música de esta población y numerosos devotos de ambos sexos, ostentando en su pecho el Santo Escapulario del Carmen. El altar donde queda instalada la nueva Imagen ha sido retocado y pintado, añadiendo un hermoso cristal de una pieza que cierra y resguarda la urna donde se conserva, esto ultimo a expensas de los referidos donantes y de varias señoras. 

    Y para perpetua memoria de tan feliz nueva, extiendo la presente acta en el libro corriente de bautismos y la firman conmigo los Sres. donantes a veintisiete de Julio de mil ochocientos noventa y seis."

    Investigando sobre las personas que aparecen en este texto, lo primero que me llamó la atención fue el apellido de la donante, es bastante raro, "Anillo" y efectivamente la encontré, ya era maestra en Sonseca en 1852 y ganaba 2934 reales al año. Su marido Benito Ruiz y Gil fue alcalde de Sonseca en 1868 dimitiendo cuando fue destronada Isabel II por el pronunciamiento del General Prim.

    En cuanto al escultor Damián Pastor, se formó en la escuela de Bellas Artes San Carlos de Valencia ampliando sus estudios en Roma formándose al lado de los grandes maestros, se dedicó a la escultura religiosa de sesgo severamente neoclásico. Entre sus obras destacan : Purísima Concepción, La Coruña, 1879; Purísima Concepción, Jaén, 1879; Sagrada Familia, Carcagente (Valencia), 1879; Santa Teresa de Jesús, Valencia, 1879; Santa Rosalía y San José, iglesia del Asilo del Marqués de Campo, Valencia, 1886; Virgen de Lourdes, iglesia parroquial, Cieza ( Murcia), 1895; Grupo escultórico de la presentación de Jesús ante el pontífice Caifás, Murcia, 1897; Nuestra Señora de los Ángeles, Valencia. 

    Y finalmente el sacerdote Don Constantino Pérez Gómez fue el artífice de la total remodelación de la nave central de la Iglesia de Sonseca, falleció en 1932 y esté enterrado en un nicho del cementerio de Sonseca. 

    Y una ultima consideración, no se si existe alguna fotografía de la Virgen del  Carmen anterior a la guerra, pero por lo que pone el texto esta era idéntica a "la que venera en su iglesia la Comunidad de Reverendos Padres Carmelitas de Toledo". Sería interesante verla para hacernos una idea de como era la nuestra, salvo que también fuera destruida en la guerra...




    

domingo, 3 de octubre de 2021

Un sonsecano en la guerra de Cuba

 Este articulo lo publiqué en el programa de Ferias de 2019 pero aun no lo había subido al blog, así que aquí está  para quien no lo haya leído. 

UN SONSECANO EN LA GUERRA DE CUBA

 

Entre 1895 y 1898 tuvo lugar la guerra que sostuvo Cuba contra España por su independencia. En este conflicto lucharon y murieron  miles de españoles. En la mayoría de los casos las causas del fallecimiento fue  por enfermedades contraídas en la isla, principalmente a causa del llamado vomito negro actualmente conocido como fiebre amarilla. Desgraciadamente algunos de nuestros paisanos contrajeron esta enfermedad y murieron.  Queremos recordar  a Bernardo Cerdeño Vega, Felipe Guerrero Páramo,  Esteban Sánchez Pérez, Francisco Martín Valentín y ya de camino a España en el barco a vapor Colón, León Rojas Lorenzo. Otros volvieron enfermos como José Gutiérrez Barbero, al que el ayuntamiento le dio una peseta diaria durante el tiempo de su enfermedad además de pagarle la asistencia facultativa y Juan Pérez Aguado. Sin embargo algunos llegaron sanos y salvos como es el caso de Sebastian Velasco Martín, Constantino García, Víctor Martín Castillo y el protagonista de nuestro artículo Esteban Ruiz Rodríguez.

 

Su nombre completo era Esteban  Ruiz-Tapiador Rodríguez-Malo. Tenemos su diario de operaciones, así como fotos  gracias a su biznieta Araceli Martín Valentín, también agradecemos a María Ballesteros su colaboración en este trabajo.  La foto que ilustra este articulo esta tomada en La Habana a los 32 meses de guerra, según consta en su reverso, escrito de  puño y letra por el propio Esteban.

 

Nació en diciembre de 1872, sus padres se llamaban Gregorio y Josefa, a los 19 años ya ingresó en el servicio militar, que por entonces era obligatorio y tenía, según la ley de 8 de enero de 1882,  una duración de 12 años, seis en activo y seis en reserva.  Él, como tantos y tantos hijos de las familias humildes de la España rural, no pudo librarse de la mili pagando a un sustituto las 2000 Pts. de rescate que se requerían. El sorteo se realizó el 12 de diciembre de 1891 y le tocó en el Batallón de cazadores de Manila nº 20  de Madrid, donde se incorporó en 1892. En 1894 y “por exceso de fuerza” es enviado a Sonseca, donde queda en reserva, esta vez dependiendo, por lugar de residencia del  Regimiento de Infantería  Las Antillas nº 68. 

Lamentablemente corrían malos tiempos para la gente que se encontraba en circunstancias similares a las de Esteban ya que en 1895 estalla la guerra de Cuba y nuestro paisano es movilizado de nuevo, partiendo en tren para Cádiz.  El día 30 de agosto  embarcó en el puerto de esta ciudad en el vapor correo Colón en dirección a dicha isla.  

Pasados ocho días de su llegada a Santiago de Cuba se dirigió a realizar operaciones por la provincia formando parte de la columna al mando del General de Brigada José García Navarro, se halla ante el fuego enemigo en La Magdalena, presta servicio de reconocimiento continuo, es enviado a la ciudad de Sabanilla… Poco a poco la guerra se fue intensificando y Esteban se  encontró  en situaciones de mayor riesgo. El 29 de abril se halló en la operación del “Ingenio del Triunfo de Bolaños” en el municipio de Alto Sango. Se trataba de un lugar donde se transformaba el azúcar proveniente de  las plantaciones. En esta batalla lucharon los cubanos a las órdenes del General José Maceo y Grajales contra los españoles. Se dice que los españoles tuvieron 115 bajas por solo 25 los cubanos.

Afortunadamente Esteban fue poco a poco encontrando recompensa en su duro camino. El 12 de agosto de 1896 se concedió a nuestro paisano la Cruz de Plata del merito militar con distintivo rojo por su comportamiento en el fuego sostenido con el enemigo. Pero aun quedaba mucho por batallar en el país cubano. Volvió a Santiago de Cuba y se dirigió a la lucha en Guanabacoa, embarcó posteriormente rumbo a Manzanillo y participó  en operaciones en La Sabana de Caniges y Los Hornos. Es el 20 de diciembre de 1896 cuando finalizó su año de campaña.

 

La situación en Cuba fue dura, y desde España se trató de ayudar a los soldados heridos o enfermos. Un periódico madrileño llamado  “El Imparcial” abrió una suscripción popular para ayudar a nuestro ejército. El 28 de noviembre de 1896 se publicaba una lista con todos los que habían contribuido con donativos. En esta lista figura el ayuntamiento de Sonseca y diversas empresas además de numerosos nombres de ciudadanos sonsecanos, entre ellos la que sería su  futura mujer, Juana Rodríguez-Blasco García.

 

Empieza el año de 1897 también de operaciones militares, sosteniendo el fuego con el enemigo en diversos combates, el  más importante el asalto y la toma de Guisa, en el Este de la isla. El último año del conflicto cubano, 1898; Esteban continuó de operaciones hasta el fin de la guerra. Esto aconteció el 12 de agosto, pero junto con sus compañeros estaba en un lugar remoto y tardaron varios meses en enterarse.  Posteriormente junto con su regimiento se dirigió al puerto de La Habana donde el día 2 de diciembre a bordo del vapor correo Gran Antilla embarca rumbo a Cádiz.

 

La guerra había terminado, pero no con ello el sufrimiento de un ejército desgastado que padeció una travesía terrible de vuelta a España. Tras la derrota, el regimiento tuvo que volver en un barco repleto de soldados enfermos que debían haber sido aislados en cuarentena, pero apenas contaban con asistencia sanitaria dentro del transporte. A los  que regresaban con buena salud, les esperaba un duro proceso de reinserción social, laboral, pero también reconocimiento, como era debido por parte del Gobierno español. Sin embargo, nadie fue a darles la bienvenida al puerto de Cádiz, el ambiente fue desolador.

 

Ya en 1899, Esteban  consta como repatriado de ultramar por el Real Decreto de 1 de septiembre de 1897, según ordenes dictadas el 7 de septiembre , tiene derecho como abonos de campaña, 3 años 3 meses y 4 días. En 1900 causó baja definitiva por pase a situación de 2ª reserva, fijando su residencia en Sonseca, y una cosa curiosa, se remitió al alcalde su certificado de soltería, para que constara que no se había casado en ultramar. También consta que se había observado muy buena conducta en su permanencia en el servicio. 

A los pocos meses de llegar a Sonseca se casó, concretamente el 25 de septiembre de 1899 con Juana Rodríguez-Blasco García y siguió con el oficio que tenía antes de ir a la guerra, jornalero. Esteban intentó cambiar  de trabajo presentándose en 1905 a una plaza de vigilante de campo que tenia el ayuntamiento de Sonseca, entre sus meritos expone que sirvió en la última guerra en la isla de Cuba en calidad de cabo donde, según sus palabras, “…se ha encontrado en múltiples acciones peligrosísimas para su existencia…”. Pasados 6 años se presentó a unas plazas de vigilante de consumos, tenemos el documento en donde expone sus meritos: “… creyéndose con las condiciones necesarias para el buen desempeño de una de estas plazas y reuniendo además la de haber prestado con la mayor fidelidad por espacio de siete años sus servicios a la Patria en calidad de cabo, cuatro de ellos en Campaña en la Isla de Cuba”.

 

No sabemos si consiguió alguna de estas plazas ya que no hay datos acerca de ello. Esteban falleció el 3 de febrero de 1959 a los 86 años de edad.


domingo, 1 de noviembre de 2020

Nuevos datos sobre el origen de Sonseca

En el término de Sonseca existen restos romanos, en el lugar conocido como "La Mezquitilla", están lejos del casco urbano. Pero en la población propiamente dicha hasta ahora no se tenía noticia de ningún hallazgo de esta época, hasta hace unos años. En la calle Rojas, apareció durante las obras de canalización del gas una moneda romana, concretamente un AS. Haría falta una investigación mas profunda, pero sería lógico este asentamiento, cerca de un arroyo. 

Por otra parte, en la Real Academia de Historia existen unos documentos en el que nos hablan de la noticia escrita mas antigua que tenemos de Sonseca . El autor de estos escritos es Luis de Salazar y Castro fallecido en 1734, consagró sus estudios a la genealogía visitando archivos de toda España, recopilando y transcribiendo todo lo que encontraba referente a heráldica, genealogía (testamentos, capitulaciones matrimoniales etc...) En total la Academia conserva la transcripción de 78.584 documentos. Sonseca aparece en varios, pero el mas interesante es el mas antiguo, nada menos que de 21 de Noviembre de 1122. 

Entre paréntesis pone "era 1160" la explicación es que  durante la edad media los documentos de los estados cristianos se datan por un calendario distinto al que utilizamos actualmente, se llamaba "Era Hispánica". El año 0 de este calendario era el de la pacificación de Hispania por las tropas romanas, 38 antes de J. C. 
El documento es un escritura de donación  del conde Rodrigo González  a su futura mujer la condesa doña Urraca de varios lugares de la provincia de Toledo, entre ellos Sonseca. Solicité una copia a la Real Academia, para ver el documento , recordemos que no es el texto original, solo una transcripción del mismo hecho por Luis Salazar y Castro. 
Aquí habría que hacer un paréntesis y recordar la evolución del lenguaje, Francisco Gil en su libro "Historia de Sonseca" ya aventuraba el primitivo nombre de Sonseca, en 1150 existía en la comarca de la Sisla un lugar llamado Fuente de Yuncar. En 1192 documentos mozárabes citaban Fontes Selcal. Lo que está claro que el lenguaje va cambiando y en este documento efectivamente Sonseca no aparece con el nombre actual  sino con el de FONTCAYA. La Real Academia de Historia lo traduce por Sonseca así que hay que creer su certeza. 




 

sábado, 12 de septiembre de 2020

UN MUSICO SONSECANO EN LA CORTE DE FERNANDO VII

Con motivo de las Fiestas de Sonseca tenía preparado para publicar este articulo. Como al final no hubo Fiestas ni  programa lo pongo por aquí.


Conocemos la existencia de Marcelino Castilla por el músico y compositor de enorme popularidad Francisco Asenjo Barbieri, promotor de iniciativas culturales y notable investigador. Un día antes de morir, el 18 de febrero de 1894, donó a la Biblioteca Nacional su inmensa colección de libros, documentos, partituras, cartas y trabajos personales, conocidos hoy como el «Legado Barbieri». En esta colección aparecen varios sonsecanos relacionados con la música de alguna u otra forma.
Los primeros que encontramos son Francisco Gómez y Nicolás de Sacedo que representaron una llamada “danza de labradores”   en 1580 en las fiestas de la Virgen de Agosto de Toledo, por la que cobraron 7500 maravedís. Consta que no sabían escribir y que danzaron en el “coro y procesión”. Un año más tarde volvieron a llamar a Francisco Gómez y además a Diego Gómez para otras danzas, y les pagaron 60 ducados a cada uno. En este legado también constan varios sonsecanos que pertenecieron a  los niños cantores de la Catedral tales como  Cristóbal Díaz en 1623, Francisco José Guerrero en 1791 y Marcelino Castilla en 1802. Sobre este último trata el siguiente articulo.
Marcelino Marcos Castilla Martín nació en Sonseca el 18 de Junio de 1791, su padre se llamaba Ángel Castilla y era de un pueblo de Segovia y su madre Ana Martín, de Sonseca. La siguiente imagen es la de su partida de bautismo.




En los siglos XVIII y XIX los niños tenían por desgracia una infancia corta y a menudo difícil. Enfermedades, falta de alimentos, aguas poco puras, frío... todo ello derivaba en una alta tasa de mortandad infantil. Los que sobrevivían comenzaban a trabajar a corta edad en oficios duros y los que tenían más suerte conseguían estudiar. Entre estos últimos se cuenta Marcelino que se trasladó a Toledo y en 1802 comenzó su formación musical pasando a formar parte, por su buena voz, de los seises en la Catedral de Toledo. No sabemos el tiempo que pasó allí, lo que está claro es que años más tarde se traslada a Madrid para continuar sus estudios. Allí, con el paso de los años y fruto de su esfuerzo recibió el título oficial único de la Secretaría de la Camarería mayor de S.M el rey Fernando VII. Por Real Orden de 15 de Julio de 1830 fue nombrado Maestro de Solfeo del recién creado Real Conservatorio de Música María Cristina de Madrid, con un sueldo de 8000 reales. La primera noticia que tenemos del Real Conservatorio es del 23 de Junio de 1830, la reina María Cristina era una gran aficionada a la música y la fundación de esta institución se consideró entonces como obra personal suya.
Pero volvamos a nuestro sonsecano, en agradecimiento por este nombramiento escribió una carta al director del Conservatorio, fechada el 20 de Julio de 1830 con un lenguaje lleno de adornos gramaticales muy propio de la época.
“Por el oficio de V. se ha servido dirigirme con fecha del 17 del corriente me he enterado con el debido respeto de la  Real Resolución  que establece un Real Conservatorio Español de Música, con la Protección y Nombre de Su Majestad la Reina Nª Sra en el cual, de que V. ha obtenido merecidamente el encargo y nombramiento de Director general, se ha dignado S. M. también conferirme el de Maestro de Solfeo con el sueldo anual de ocho mil R. V.,
Lleno de gratitud a SS. MM. y no dudando de la opinión con que V, me favorece de que este hecho mismo me es testigo, me atrevo a rogar  a V. presente a los RR., pies de SS. MM. la sincera expresión de mi gozo  y reconocimiento que empeñan más y más si es posible mi antiguo celo  por su servicio en todo lugar y tiempo”
            Aunque prácticamente no llegó a desempeñar el cargo ya que meses después, concretamente  el 4 de Octubre del mismo año, escribió otra carta esta vez de renuncia por motivos de enfermedad.
“Hallándose en la actualidad mi salud bastante debilitada y conociendo que me sería absolutamente imposible en este estado el cumplir con los deberes de mi empleo… me veo en la precisión  de hacer renuncia absoluta de dicho cargo de maestro de solfeo…”
Pero a pesar de dejar este cargo siguió vinculado a la enseñanza de la música y el canto, publicando en 1830, con la aprobación del rey su obra “Escuela teórico-práctica de solfeo y canto. Según el uso moderno. Con todas las instrucciones necesarias para la formación de un diestro músico y perfecto cantor. Apoyada en acompañamiento simple de piano forte”. El precio de este libro era de 160 reales de vellón y se podía comprar en el domicilio del propio Marcelino, en la calle Leganitos, 8 de Madrid. También se dedicaba a dar clases particulares, tal como aparece en los anuncios que publicaba en diversos periódicos de la época.   A continuación resumo uno de ellos de 14 de Febrero de 1835: “… doña Rosalía Puig-Dollers , directora de la casa de educación de señoritas, propiedad del Excmo. duque de la Roca, ha convenido con Don Marcelino Castilla, conocido y bien acreditado por su obra publicada con el titulo de Escuela teórico – practica de solfeo y canto, y profesor de enseñanza musical, el establecer en dicha casa una academia diaria con el objeto de enseñar solfeo y piano… que durará desde la 6 hasta las 8 de la tarde en todas las estaciones del año. El precio serian de 40 reales mensuales.”





En cuanto a su obra, tiene una parte teórica y otra practica, compuesta por una serie de ejercicios de vocalización.  En la teórica no falta la referencia al conocimiento de palabras italianas relacionadas con la interpretación musical. No en vano, la asignatura de lengua italiana iba a estar muy presente en los conservatorios del siglo XIX. En su obra Castilla también ruega a todos aquellos maestros que la lean, que le adviertan de los posibles errores que puedan cometer y ruega a los alumnos que no abandonen antes las dificultades que les pueda presentar el arte musical. 
Incluso hizo algunas incursiones en la composición, de las que se conserva una arietta en italiano para voz y piano titulada “Il rimprovero di un estinto” publicada en Madrid.
Fue maestro del gran compositor Emilio Arrieta, al que dio clases de solfeo a partir de 1833, demostrando grandes aptitudes para la música.
Aparte de estas líneas no se sabe mucho más de él, ni si se casó o tuvo descendientes, pero creo que para Sonseca , un pueblo importante en cuanto a la música era preciso conocer a este personaje.